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¿Son saludables las bebidas dietéticas?

Bebidas dietéticas, diabetes, obesidad y síndrome metabólico 

Actualmente la investigación disponible sobre los refrescos y el riesgo que suponen para la salud a largo plazo es insuficiente,  aunque hay áreas específicas donde los riesgos son poco probables.

Contrariamente a la creencia popular, los refrescos de dietéticos (definidos como bebidas gaseosas sin calorías endulzadas con aspartamo , sucralosa, acesulfamo-potasio u otros edulcorantes no calóricos o mínimamente calóricos) no inhiben la pérdida de grasa ni aumentan los niveles de insulina.

La investigación actual que intenta vincular los refrescos de dieta con la diabetes tipo II y el síndrome metabólico no han equiparado el mismo consumo de calorías para ambos grupos de intervención. Se sabe que el consumo excesivo de calorías tiene una correlación directa con muchos problemas de salud, y de hecho uno de los estudios lo establece claramente de la siguiente forma:

«Por consiguiente, las asociaciones previamente observadas entre el síndrome metabólico y las bebidas dietéticas son generalmente especulaciones como resultado de la confusión residual de otros aspectos como los hábitos alimenticios, estilo de vida o características demográficas (1,2) Los mecanismos biológicos que posiblemente explican estas asociaciones son pocos y se centran en gran medida en que los edulcorantes artificiales contenidos en bebidas y alimentos aumentan el deseo de estos y por tanto, la consumición de alimentos y bebidas azucaradas, densos en energía y que interrumpen la capacidad de los consumidores para estimar con precisión su consumo energético y sus necesidades energéticas restantes. Por lo tanto, el consumo de refrescos dietéticos puede provocar un consumo excesivo, un aumento del peso corporal y la consiguiente disfunción metabólica.»

En resumen, muchas personas que tienen malas dietas pueden consumir este tipo de refrescos en un intento de hacer «menos daño», lo que podría resultar en una asociación incorrecta del consumo refrescos dietéticos con sus condiciones de salud.

¿Qué pasa con esos estudios que dicen que los refrescos dietéticos son malos?

Si has leído alguno o algunos estudios diciendo que los refrescos dietéticos son malos, probablemente sea de una encuesta o investigación epidemiológica. Este tipo de investigación tiene como objetivo encontrar correlaciones (relaciones) entre dos variables y establece líneas de investigación para futuros estudios para encontrar qué variable causa qué.

Hay muchos estudios que señalan que los refrescos de dieta son frecuentemente consumidos por personas poco saludables, pero no hay estudios que comparen a las personas con dietas equivalentes. Un estudio (Northern Manhattan Study) pudo controlar un buen número de variables y encontró una correlación débil entre los refrescos de dieta y los eventos vasculares, pero estas diferencias desaparecieron cuando se consideraron las ‘condiciones de salud preexistentes’.

Cuando se compara el refresco dietético con otras bebidas no calóricas en un estudio de intervención, y se controla el resto de la dieta, no se observa diferencia en la pérdida de peso. Esto sugiere que el problema es probablemente los hábitos de las personas que beben refrescos de dieta, en lugar de los refrescos de dieta en sí.  El estudio del norte de Manhattan sugirió que el uso de refrescos dietéticos puede estar correlacionado con la enfermedad, ya que su consumo fue un intento de individuos (ya poco saludables) para reducir las calorías y tomar el control de su salud.

¿Cuáles son las desventajas legítimas de los refrescos dietéticos?

Las gaseosas (en general) se han relacionado con problemas de salud dental en numerosas ocasiones, especialmente en niños. Aunque la sacarosa (azúcar) juega un papel importante, la acidez general de este tipo de refrescos también puede influir negativamente en la salud dental. EL consumo excesivo de refrescos sin una intervención dental adecuada puede provocar caries y coloración amarillenta de los dientes, y esto se aplica tanto a los refrescos azucarados como a los refrescos dietéticos; aunque azucarados son peores en este sentido.

APLICACIÓN PRÁCTICA

Como ocurre en la mayoría de las ocasiones el consumo excesivo es lo que realmente causa un daño, en este caso, especialmente para tus dientes. Así que, si eres una persona obesa o con sobrepeso o simplemente tienes adicción/necesidad a este tipo de refrescos puedes pasar de la versión azucarada a la versión dietética (ligh, zero, sin calorías) para ayudarte en el proceso de cambios de hábitos y mejorar tu alimentación.

Por el contrario, si eres una persona que no tiene ningún tipo de enfermedad pre-existente, sobrepeso y que se mantiene mínimamente activa puedes consumirlo siempre que se haga moderación y no sintiéndote mal o culpable por ello, pero teniendo presente toda la información antes comentada y sabiendo que este tipo de bebidas te hacen un flaco favor a tu salud dental. 

 

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Juanma
Juanma

Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Máster en Rendimiento Físico y Deportivo y Experto en la mejora de la Estética Corporal y el Entrenamiento de Fuerza ayudo a personas como tú a conseguir su mejor versión.

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